Dolor y preocupación en el barrio 3 de Febrero tras la muerte de una mascota por un dogo suelto
Una tragedia sacudió al barrio 3 de Febrero, donde la mascota de una familia fue brutalmente atacada y asesinada por un perro de raza dogo. El incidente, ocurrido el 15 de septiembre, ha reavivado la preocupación de los vecinos por la falta de control sobre un animal que ya había protagonizado ataques en el pasado.
La víctima es Conan, un perro de raza Shih Tzu que vivía con la familia de Susana Hassanie. La dueña relató que, aunque ella lo había comprado, el perro vivía principalmente con sus hijas. «Se metió el dogo otra vez y lo volvió a enganchar y directamente lo mordió, se ve, y le perforó los pulmones», explicó Susana, describiendo la brutalidad del ataque que no dio tiempo a reaccionar.
Un historial de ataques y denuncias ignoradas
Esta no es la primera vez que el dogo ataca a Conan. En un incidente anterior, el perro de Susana fue arrastrado por el dogo y casi muere, lo que generó un gasto considerable para la familia para curar sus heridas. Los vecinos afirman que ya se han realizado varias denuncias a las autoridades, pero no han tenido una respuesta efectiva.
Una vecina, que también presenció el ataque, agregó que el dogo se metió al patio de la casa, donde se encontraban sus hijas de 11 y 12 años. «El perro se subió… mi hija ahí empezó a dar los gritos porque cuando salió lo tenía ya acá, de acá se lo llevó adentro», relató. La vecina aseguró que el dogo ha lastimado a otros perros en el barrio y que las denuncias a Medio Ambiente han sido desatendidas.
Los dueños del dogo, cuya casa se encuentra frente a la de Susana, se han mostrado evasivos, según los testimonios. La dueña del perro fallecido expresó su frustración: «Fui a hablar con el vecino y dice ‘uh, se me escapa, ¿qué querés que haga?’. Son contestaciones que por ahí nosotros decimos ‘pero ¿hasta dónde querés que lleguemos, a que termine agarrando uno de los nenes?'».
Exigen medidas concretas y la aplicación de la ley
Susana ha presentado una denuncia penal en la comisaría tercera y exige una acción inmediata por parte de las autoridades. «Mañana ese perro tiene que ser sacado de acá», sentenció. La vecina, con conocimiento del procedimiento, explicó que ante la falta de medidas de seguridad, el perro debería ser secuestrado y se debería proceder a la eutanasia, ya que un perro de esa raza es considerado «potencialmente peligroso».
La familia de Conan, junto con los vecinos, pide que se tomen cartas en el asunto. El dolor de perder una mascota, que para Susana era como un hijo, se mezcla con el miedo de que el próximo ataque sea contra una persona, especialmente un niño. «Yo quiero una respuesta penal… que ese perro sea secuestrado o decomisado y que vaya a eutanasia», concluyó.