El joven profesor que busca generar un cambio en Caleta Olivia
Matías Alzugaray, un joven profesional de 29 años, profesor de educación física en la Escuela 69, se ha convertido en una figura destacada en la escena política local. Con un discurso claro y directo, Matías ofrece una visión crítica sobre la situación actual de Caleta Olivia y el país, y se presenta como un defensor del trabajo en equipo, la vocación docente y la necesidad de un cambio de dirección en la sociedad.
De la ciencia a la vocación
Matías Alzugaray, quien inicialmente estudió ciencias biológicas en Buenos Aires, relata que la carrera de educación física no fue su primera opción, pero sí la que lo marcó. A pesar de su interés inicial en la biología, una conversación con un director de carrera cambió su perspectiva para siempre: la educación es un servicio, no un trabajo. Este principio se convirtió en su pilar, y es lo que lo motiva diariamente a trabajar con niños, donde encuentra una «alegría única» en la autenticidad de sus alumnos.
Un país en retroceso y el valor del trabajo
El joven profesor no duda en expresar su preocupación por el estado de Caleta Olivia. “Siento que no crecemos”, afirma, citando el vandalismo en la costanera y la falta de inversión en la ciudad como ejemplos de un «retroceso cultural». Critica la burocracia y las trabas que, a su juicio, impiden el desarrollo de los emprendedores. «Para generar trabajo, no le tenés que cortar las piernas al empleador», sostiene, argumentando que los altos costos y las regulaciones excesivas desalientan la creación de nuevas oportunidades.
La política como servicio y el desafío de la vocación
Alzugaray ha decidido involucrarse en la política, sumándose a las filas de La Libertad Avanza en Caleta Olivia. Confiesa que su motivación no es un cargo, sino la búsqueda de generar un quiebre y trabajar por un futuro mejor. Sobre su visión política, destaca la importancia del trabajo en equipo y la colaboración de distintas voces para construir ideas. No obstante, mantiene una postura crítica frente a ciertas actitudes, como los insultos y la descalificación en el debate público, abogando por el respeto y la necesidad de remarcar errores sin caer en la confrontación.
Como profesor, Matías enfrenta diariamente los desafíos de un sistema educativo con carencias. “Nosotros tenemos pizarrones llenos de pozos”, compara, señalando el estado de las calles y de las escuelas. A su vez, defiende la labor docente como una vocación, y cuestiona la figura del paro como herramienta de protesta, ya que considera que «los únicos afectados son los chicos en el medio».
De la frustración al compromiso
Matías no es ajeno a la frustración, ya sea en el deporte o en su vida personal. En su experiencia, la frustración se supera con perseverancia, con el ejemplo de figuras como Lionel Messi o Michael Jordan, quienes se levantaron de la derrota para seguir adelante. Esta filosofía de vida es la que aplica a su compromiso político. A pesar de haber tenido la oportunidad de trabajar en el extranjero, Matías eligió quedarse en Caleta Olivia para luchar por lo que cree. “Pienso sobrevivir a octubre”, bromea, pero con un compromiso claro: escuchar a los caletenses y trabajar para que Caleta Olivia y el país avancen.