Bajo el lema paz, pan y trabajo, los caletense peregrinaron a la iglesia San Cayetano
La escultura de San Cayetano, de considerables dimensiones, sosteniendo una espiga de trigo y la figura de un niño, además de estar envuelta parcialmente con una bandera Argentina, fue colocada en la caja de una camioneta que comenzó a desplazarse alrededor de las 16:30 desde la plaza 20 de Noviembre, cubriendo un trayecto de más de diez cuadras, hasta llegar a la capilla que lleva su nombre.
En ese mismo lugar, anoche hubo otra celebración matizada con oraciones y temas musicales folclóricos, además de ofrecerse comida a los feligreses, mayoritariamente de humilde condición económica.
Este jueves, el desplazamiento de los y las caminantes de todas las edades coincidió con una tarde soleada y contó con el apoyo de inspectores de tránsito del municipio y de personal policial de la División de Prevención de Seguridad Urbana.
Y fue antes de emprender la marcha cuando -al ser consultado por El Patagónico-, el párroco Raúl Domínguez admitió que en la misión pastoral que realiza en Caleta Olivia viene observando que “cada día hay más gente que no solo pide trabajo, sino también alimentos y medicamentos porque se quedó sin obra social, además de ropa, colchones y hasta pañales”.
“Este es un tema muy difícil y complejo de abordar porque se está registrando en todo el país y por ello mucha gente se viene aferrando a los santos como el caso de San Cayetano. Es evidente que las necesidades son muchas y surgen sobre todo porque esa gente está privada de lo laboral”, puntualizó.
“Esta crisis se está profundizando cada vez más y (como sacerdotes) nos provoca un gran sufrimiento porque en muchos casos no tenemos elementos materiales para responder”.
Por ello, a modo de mensaje tácito dirigido a la dirigencia política que gobierna el país anheló que la misma trate de dar una respuesta a esta crisis, al menos desde el aspecto laboral “para que los padres y madres puedan su sustentar a sus familias”, pidiendo al mismo tiempo a los más necesitados no perder la fe.