Un peregrino de la fe: Marcelo Agüero camina 4.000 kilómetros por Argentina

Marcelo Agüero, un «caminante» de fe inquebrantable, está realizando una travesía épica a pie que lo llevará desde Ushuaia, en el «Fin del Mundo», hasta Salta, recorriendo aproximadamente 4.000 kilómetros. Su monumental peregrinación, que espera completar en unos dos meses, es impulsada por una profunda fe y el deseo de orar por su familia, amigos, el pueblo argentino y el fin de conflictos y desapariciones en el mundo.

Una promesa de fe y esperanza

Marcelo enfatiza que su caminata no busca ni fama ni dinero, sino que es un acto de fe pura. Él carga consigo las intenciones y oraciones de muchas personas, incluyendo aquellas que le envían mensajes pidiendo rezos por familiares enfermos. Su objetivo final es presentar todas estas peticiones a la imagen del Señor y la Virgen del Milagro al llegar a Salta.

La inspiración para esta proeza también proviene de su propia familia. Marcelo compartió que su hermano y otros parientes, enfrentan serios problemas de salud, lo que añade una dimensión personal y emotiva a su misión espiritual.

Esta no es la primera vez que Marcelo se embarca en una caminata de larga distancia. El año pasado, recorrió 1.700 kilómetros desde Concordia, Entre Ríos, en tan solo 21 días, casi logrando un Récord Guinness. Sin embargo, su desafío actual es aún más ambicioso y de mayor envergadura.

La ruta y el incansable apoyo popular

Marcelo inició su viaje en Ushuaia y ya se encuentra próximo a Comodoro Rivadavia, con apenas entre 60 y 80 kilómetros por delante para llegar a la ciudad. Allí, se espera que sea recibido por el gobernador y el intendente. Solo el tramo desde Ushuaia hasta Comodoro Rivadavia sumará cerca de 1.600 kilómetros. Desde Comodoro Rivadavia, le restan unos 2.400 kilómetros adicionales hasta Salta, con una fecha estimada de llegada entre el 11 y 12 de septiembre.

A diario, Marcelo camina entre 120 y 130 kilómetros, a menudo durante 18 o 19 horas, descansando solo dos o tres horas antes de retomar el camino. Aunque la mayor parte del trayecto lo realiza solo, es común que personas de pueblos y estaciones de servicio se acerquen para ofrecerle apoyo. Recarga su teléfono en las estaciones de servicio y utiliza un teléfono satelital para mantenerse comunicado.

Marcelo destaca el increíble respaldo que recibe de la gente de Salta a lo largo de su ruta, notando que en cada provincia y pueblo que atraviesa, encuentra a más salteños dispuestos a ayudar.

Singularidades de su travesía

La caminata de Marcelo tiene aspectos únicos que sorprenden:

Sin comida ni agua durante la marcha: Sorprendentemente, Marcelo no ingiere alimentos ni bebe agua mientras camina. Su principal sustento es el suero para reponer minerales, y ocasionalmente un trago de Coca-Cola. Explica que beber agua durante el esfuerzo lo deshidrata más rápido debido a la necesidad de orinar.

Desafíos físicos: A pesar de su asombrosa resistencia, Marcelo reveló que camina con dos costillas rotas y ligamentos desgarrados, atribuyendo su continuidad a la pura fe.

Extremos climáticos: Ha enfrentado temperaturas bajo cero en el sur, y se prepara para el calor que encontrará a medida que avance hacia el norte.

Auspicios y solidaridad: Marcelo cuenta con el apoyo de varios auspiciantes cuyas marcas lleva consigo. Además, se sustenta gracias a la solidaridad de la gente, para quienes ha proporcionado un alias para donaciones: «salta.ushuaia.176», a nombre de Marcelo Agüero.

Parada en Caleta Olivia

Durante su paso por Caleta Olivia, Marcelo fue contactado por el salteño Lera, quien gestionó su encuentro con los medios locales. Marcelo expresó su profundo agradecimiento a la comunidad de Caleta Olivia, a la prensa y al Sr. Lera por su apoyo y por ayudar a difundir su peregrinación. También se mostró impresionado por el monumento y la costanera de la ciudad.

Marcelo permanecía en Caleta Olivia hasta este lunes, con la esperanza de ser recibido por el intendente, antes de reanudar su camino hacia Comodoro Rivadavia. Reiteró que las personas pueden enviarle mensajes con sus peticiones de oración a través de su número de teléfono.

La travesía de Marcelo Agüero es un testimonio conmovedor de la fuerza de la fe y la resiliencia humana. Es una caminata de miles de kilómetros, no por beneficio personal, sino por el bienestar de los demás y del mundo.