Invierno en Caleta Olivia: Patitas de Vida impulsa la conciencia sobre el cuidado de mascotas
Con la llegada de las bajas temperaturas y la reciente ola polar que azotó la Patagonia, la preocupación por el bienestar de las mascotas a la intemperie vuelve a encender el debate. Maria Inés Mayorga, incansable referente de la asociación Patitas de Vida, dialogó con ECOS NOTICIAS sobre la importancia de la tenencia responsable, la ley de maltrato animal y el impacto de las publicaciones en redes sociales que buscan generar conciencia.
Campaña controversial con un propósito claro: La Ley 14.346
Una reciente publicación de Patitas de Vida en redes sociales, que advertía sobre la posibilidad de «escrachar» a quienes dejen a sus perros a la intemperie sin reparo, generó un encendido debate. Maria Inés explicó que el objetivo principal no es la condena pública, sino generar un disparador para la reflexión y, fundamentalmente, obtener pruebas necesarias para eventuales denuncias formales.
«Cuando vos querés hacer una denuncia, ya sea en Medio Ambiente, en el Juzgado de Faltas, o en la Policía, o en la Fiscalía, siempre te piden pruebas», señaló Mayorga. En este contexto, la activista recordó la vigencia de la Ley 14.346 de maltrato y abandono animal. «Si vos tenés mascotas, tenés un patio hermoso, tenés auto adentro y dejás dos mascotas que todo el mundo dice que son tuyas a la intemperie, eso es maltrato animal», enfatizó, dejando en claro que la ley ampara a los animales en estas situaciones.
Frío extremo: Un llamado a la empatía y responsabilidad
La conversación se centró en la necesidad de resguardar a las mascotas durante el crudo invierno caletense. Aunque algunas razas puedan parecer más resistentes al frío, Maria Inés fue tajante: «Esta ola de frío ha sido muy fuerte. Pónganlo en un reparo, no cuesta nada». Subrayó que incluso perros grandes o de pelo abundante, como labradores o pastores alemanes, necesitan protección ante temperaturas extremas. Los veterinarios, añadió, también aconsejan resguardar a todos los animales, sin importar su tamaño, durante estos meses.
La situación se agrava por el aumento de mascotas abandonadas, muchas veces debido a cambios económicos o laborales, como los retiros en la industria petrolera. Vecinos solidarios a menudo se hacen cargo, pero la carga recae desproporcionadamente sobre las protectoras y particulares.
Desafíos y descoordinación: La realidad de las protectoras
Mayorga también abordó la compleja relación con algunos sectores de la administración pública. Relató un incidente en el que, al solicitar ayuda para rescatar una gatita, una persona de Medio Ambiente supuestamente respondió que «no tenían herramientas». Maria Inés lamentó esta desinformación y falta de tacto, señalando que, si bien la relación «no es buena», las protectoras siempre priorizan la ayuda a los animales.
La activista resaltó el enorme esfuerzo personal y económico que realizan los rescatistas. «Nosotros hacemos un montón de cosas en la vida privada y ayudamos un montón, pero también todo ayuda en un veterinario, nos está saliendo plata», explicó. Ante los altos costos de atención veterinaria y la dificultad para recaudar fondos en el actual contexto económico, la colaboración ciudadana es más crucial que nunca.
Conciencia colectiva: Un cambio de paradigma necesario
El debate sobre el cuidado animal refleja un cambio cultural. «El mundo cambió», afirmó Mayorga, refiriéndose a cómo hoy se concibe la tenencia de mascotas, ya no solo como animales, sino como «compañeros diarios» y seres con derechos. La «humanización» de las mascotas, antes cuestionada, ahora se entiende como un acto de cuidado necesario para su bienestar.
Para Maria Inés, el mensaje final es claro: «Si no te gusta la mascota, es súper aceptable, pero mientras dure esto, tengamos un poco de empatía, poneles una caja, que el perro se resguarde y vemos mientras tanto poder ayudar de otra manera, pero por lo menos un poco de empatía». La meta es construir una ciudad donde la superpoblación y el maltrato animal dejen de ser un problema recurrente.
El debate en redes sociales, aunque polémico, cumplió su cometido de visibilizar la problemática y hacer un llamado a la conciencia ciudadana. La labor de Patitas de Vida y otras organizaciones sigue siendo fundamental para seguir impulsando estos cambios necesarios en Caleta Olivia.