Cuando educar es construir futuro: El ejemplo de la Escuela del Viento se destaca en pruebas aprender

Jueves, 05 Junio 2025   Como Secretario General de SIPGER y Presidente de la Mutual «12 de Septiembre», es un profundo orgullo compartir los resultados alcanzados por la Escuela del Viento, sede Pico Truncado, en el operativo nacional Aprender 2023.
Estos logros no solo reflejan rendimiento académico: son una demostración concreta de que, cuando hay decisión institucional, compromiso pedagógico y una comunidad implicada y activa, la educación se convierte en motor de igualdad y esperanza.
En Lengua, el 86,8% de los y las estudiantes alcanzaron niveles Satisfactorio y Avanzado, superando ampliamente los promedios del departamento, de la provincia de Santa Cruz y del total país. Solo un 13,1% quedó en niveles Básico o por debajo del básico, lo que evidencia una sólida formación lectora y una notable comprensión del lenguaje.
En un país donde, según datos oficiales, más del 47% de los estudiantes tiene dificultades serias de comprensión lectora, este resultado no es solo una excepción estadística: es una afirmación pedagógica, política y comunitaria.
En Matemática, una disciplina históricamente desafiante para el sistema educativo argentino, el 58,3% del estudiantado logró desempeños Satisfactorios o Avanzados, también por encima de los promedios provinciales y nacionales. A contramano de lo que ocurre en gran parte del país —donde más de la mitad de los jóvenes no alcanza los niveles esperados en esta materia, según el mismo operativo Aprender— los resultados de la Escuela del Viento reafirman que la calidad educativa no es un privilegio de algunos, sino un derecho que se construye con trabajo, coherencia institucional y sentido social.
Alcanzar estos porcentajes en el operativo Aprender implica mucho más que un buen desempeño individual o escolar: representa una validación empírica del trabajo pedagógico sostenido que estamos llevando adelante en nuestra institución. La evaluación nacional estandarizada permite, justamente, comparar desempeños en condiciones equivalentes, identificar brechas y orientar políticas públicas. Que una institución supere ampliamente los promedios locales, provinciales y nacionales indica que se están produciendo aprendizajes significativos, con comprensión real de contenidos y no solo entrenamiento para la prueba. Estos resultados dan cuenta de la consistencia curricular, la calidad del acompañamiento docente, la pertinencia de las estrategias didácticas y la estabilidad institucional.
Lo logrado no ocurre en un vacío. Pico Truncado es parte de una región históricamente postergada, donde las dificultades de acceso, las distancias, la fragmentación de recursos y las desigualdades estructurales configuran un escenario complejo. En ese contexto, construir estos niveles de rendimiento educativo no es solo mérito académico: es un acto de justicia territorial. Es afirmar que el arraigo no es resignación, sino identidad y posibilidad cuando se construye con comunidad.
Estos datos reafirman una convicción profunda y sostenida: la educación es el corazón de nuestro proyecto colectivo. Desde SIPGER y la Mutual «12 de Septiembre», cada acción, cada decisión, cada inversión responde a una misma lógica: hacer de la escuela un espacio de desarrollo, equidad, pensamiento crítico y transformación personal y social. Apostamos por una educación con raíces profundas en la realidad y una mirada orientada al futuro. Una educación que forme sujetos libres, comprometidos y creativos; que fortalezca los lazos sociales y territoriales; que transforme las condiciones materiales y simbólicas de nuestras comunidades.
Las Escuelas del Viento no son un experimento ni una excepción ocasional: son la prueba viva de que las escuelas en Santa Cruz pueden tener la excelencia que tienen otras en cualquier parte del país. Nuestro modelo no se conforma con administrar lo dado, sino que crea, articula, vincula, empuja. Y que, sobre todo, marca un camino que puede y debe ser replicado. Si este modelo pedagógico y comunitario se extendiera a otras localidades del país, estaríamos ante una posibilidad real de revertir los indicadores críticos que hoy afectan a millones de estudiantes. Tenemos una escuela modelo de transformación sistémica, pensada desde el aula.
Quiero felicitar especialmente a los equipos directivos, a todo el cuerpo docente y al personal auxiliar de la Escuela del Viento, que sostuvieron esta tarea con compromiso, sensibilidad social y una enorme claridad de propósito. En una provincia que en la última década ha atravesado recortes presupuestarios, tensiones estructurales y profundas desigualdades territoriales, ustedes lograron no solo resistir, sino construir. Y construir no cualquier cosa: un modelo educativo que hoy es referencia en todo el país.
A cada docente, estudiante, directivo y familia que hace esto posible: gracias por sostener esta apuesta colectiva. Ustedes marcan el rumbo. Con compromiso, con identidad y con una convicción que se reafirma en cada aula: educar es construir futuro.